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Lo primero que tenés que saber sobre Estambul es que te enamora. Lo segundo es que difícilmente alguna otra ciudad te enamore así de fuerte, así de tanto, así de uufff. Y, lo tercero y esto siempre da miedo “a los nosotros”, es que puede que sea para toda la vida.

Estambul

Te cuento por qué me embataté de amor. Estambul es la ciudad más conocida por nosotros de un país transcontinental: Turquía, ubicado en una zona neurálgica del mapamundi: límite de Asia y Europa y dueño de los estrechos que conectan a Rusia, y otra cantidad interesante de países con cantidades más interesantes aún de petróleo y gas, con el Mar Mediterráneo… Pavada de posición geoestratégica de un “paisito” que, además, decidió ser secular en medio de una marejada de estados que, casi que, se definen por la religión que profesan.

Estambul y sus calles
Estambul y sus calles

Vamos a ubicarlo en el mapa para empezar a entenderlo aunque nos concentremos en Estambul que, señoritos y señoritas, no es la capital. La capital de este lindo país se encuentra en Ankara. Veamos:

  •  Ataturk es el aeropuerto más importante de Estambul (una ciudad bicontinental) y al que “casi” con seguridad vas a llegar. Recomiendo saber su nombre, así como también el nombre de la estación de metro donde se suele combinar (Zeytimburnu), porque en Turquía el que no habla turco, habla turco (?). Son pocos los que hablan inglés, los universitarios, pero no suelen estar a mano cuando te subís a un colectivo o estás perdido (como me pasó a mí)
    Desde Ataturk (primer presidente de la Turquía que hoy conocemos, nacida en 1923) al centro de la ciudad lo más fácil y económico es tomar el metro (M1), que sale desde el subsuelo del mismo aeropuerto y combinar con el tranvía (T1). Ahí mismo ya comenzarás a convivir con los “variados” (y no siempre agradables, perdón, pero no puedo mentirte) aromas turcos.
    No olvides que la moneda turca es la lira y el metro se paga con jetones (como nuestros centavos, monedas) en las maquinitas de las estaciones. ¿Esto qué significa? Muy bien, muy atentos: en el aeropuerto ya hay que hacerse de cambio. Se necesitan varios días para hacer un recorrido interesante de esta ciudad pero, sabemos que a veces los días de los que disponemos son escasos así que… 4 días no es un mal número.
    Uno de los mejores consejos que uno puede darle a una persona que quiere ir por primera vez a una ciudad como esta, es decirle el barrio donde buscar alojamiento. Ese barrio es Sultanahmet. Desde ahí mucho se puede hacer de a pie.
    Ahora sí, no los hago esperar más. Estos son los “sí o sí” para un viajecito de cuatro días en la capital – no capital más bella de todas.

Los sí o sí de Estambul

Mesquita Azul
Mezquita Azul
  • Mezquita Azul.
    Bella, bellísima. Conviene ir temprano, sentarte un rato en la plaza al frente, sacarte la típica foto donde se ve la cúpula de la Blue Mosque y tener los recaudos que ya sabemos cuando ponemos un pie en un templo musulmán. Nada de cortos, ni escotes. Las mujeres con el cabello tapado. Si uno no es previsor, no hay problemas: te van a dar una funda de almohada en un sentador color celeste y una bolsita si te asaltan los miedos argentos y te da “cosa” dejar tu calzado en la puerta.
    Mirala y mirala: es preciosa. Vas a estar descalzo así que la alfombra es un placer aparte y te va a indignar un toquecito ver que sólo los hombres pueden acceder al centro de la mezquita. Nosotras la vemos desde el costado…
    Dos copados le doy a la Mezquita: no te apuran para que salgas, podés casi que hacerte un picnic ahí adentro aunque mejor no lo intentes, por las dudas, y… la entrada es gratuita.
    Una vez que termines, podés comer algo en la plaza por la que entraste, cruzar la calle y…
Acceso a la Mesquita
Acceso a la Mesquita
  • Santa Sofía.
    Qué lástima que ya usé bella, bellísima y preciosa porque esta lo es más. Sólo te recomiendo que leas los carteles y que trates de robar info de los guías que andan explicando para los contingentes. Te tiro un dato: es el único templo en el mundo que fue católico (de ahí su nombre) y luego mezquita. Ahora es museo para preservarla de potenciales atentados. Desde el segundo piso se ve la Mezquita Azul, ¡no te lo pierdas!
  • Mi tercer ítem es para el atardecer.
    Cruzar al lado asiático que bien puede significar subirse a uno de las lanchitas que te pasean por el Estrecho del Bósforo. Este paseíto lo venden en la misma plaza Sultanahmet donde hoy hiciste todo, para un lado y otro de la calle. Estambul (y yo por la recomendación del barrio) no para de sumar puntos. Banderas con la luna y la estrella, mansiones, las cúpulas de las Mezquitas desde el mar, el olor a pescaó que tanto nos gusta (ah, no?), el sol poniéndose y Estambul cambiando sus colores. En este punto ya evaluás mudarte a Estambul, total, ¿qué tenés en Argentina? ¿Una novia? ¿Un esposo? Bléh. Ese día te lo armé porque está todo muy cerca para no hacerlo de esa manera. Ahora te itemizo y no seas vago: lo armás como quieras y si tenés nuevos datos, me los pasás que siempre estoy pensando en volver.

¿Qué más hacer en Estambul?

Tranvía (el Nostálgico) en la calle Istiklal
Tranvía (el Nostálgico) en la calle Istiklal
  • Taksim. Es el centro “nuevo” de Estambul. Lleno de bares, restaurantes y tiendas. A tener en cuenta para las noches. Desde la Plaza se puede tomar un tranvía (el Nostálgico) que es barato y hace un recorrido histórico (sin guía, eso sí). La calle a caminar es Istiklal.
Calle Istiklal
Calle Istiklal
  • Palacio de Topkapi. Ohhh… Era el Palacio de los Sultanes, es enorme, hay que ir temprano y se paga entrada, pero es un sí o sí. Enorme, lujo, tesoros. Otra vez, enorme. Para que te des una idea, en el Harén podían llegar a convivir 800 mujeres. Estimo que “convivir” no es el adjetivo más apropiado pero lo dejamos pasar.
  • Parque Gülhane.
    El más antiguo de Estambul, al lado del Palacio Topkaki y un lugar altamente flashero. A título personal ese último calificativo, pero mirame

Parque Gülhane

  • Puente y Torre Gálata. Para subir hay que pagar entrada, la vista desde arriba de la ciudad es alucinante. La Torre, aunque reconstruida, tiene más de 1500 años.
Torre Gálata
Torre Gálata
  • Cisterna Basílica. No era algo que esperara encontrar ni que, a priori, me resultara interesante pero después de ver gente haciendo colas larguísimas para ingresar y, además, encontrar decenas de Cisternas por la ciudad, te pica la curiosidad… Es tan recomendable como todo lugar contrastante con el lugar que se está visitando. Si Estambul es gente y bullicio, las cisternas, que servían como depósitos de agua frente a potenciales ataques, son una tranquilidad absoluta.
  • Tomar un baño turco. Fui a uno y sólo metí los pies, pero me parece un indispensable. La mayoría no son mixtos así que hay que buscar el que nos acepta. Ohhh mujeres del mundo, Uníos!
  • Cihangir. Este es un gusto híper personal: barrio bohemio. En mis viajes, un imprescindible.
  • Comida / bebida.
    Y sí, kebab (kebap para ellos). Toda su comida es muy rica así que a llenar la panza con una de las cocinas más mejores del universo. Cerveza y limonada. Café y té. Turrones y dulces varios. Midye Dolma enfrente del mar. Helados y todo el show de los heladeros: que no te agarren de punto… o sí y que alguien te filme así nos reímos todos.

kebab

Delicias turcas
Delicias turcas
Té turco
Té turco

Te comparto tres datitos de esos que nos gustan y que me pasaron dos amigos turquísimos (y este es un must camuflado, siempre intentar vagabundear por ahí con locales): desayuno autóctono en Van Khavalti Evi; kebab en Sur Kebap (donde pedís el especial de la casa que, obvio, se llama Sur Kebap) y; en el barrio de Karakoy, el baklava’s place más famoso: Gulluoglu Baklava. Un extra, en Karakoy también deberías probar los fish & bread.

Karakoy, fish & bread
Karakoy, fish & bread

Mercados de Estambul

  • Grand Bazaar. Es grande y está dividido por rubros. El sector joyería es híper lujoso, por ejemplo. Alfombras, dulces, adornos, relojes, ropa falsificada. De todo. Regatean y está bueno hacerlo como ejercicio. Hasta el 40% menos yo conseguí. Se te van unas horitas fácilmente.
Grand Bazaar
Grand Bazaar
  • Spice Bazaar. Un festín para los sentidos. Variedades, las que se te ocurran multiplicadas por cien, de tés, dulces, especias… Es increíble y atrás vas a encontrar el Mercado de Flores. Terrible lugar para los amantes de la fotografía. Colores, texturas, “ey, Messi, Susana, Moria, Maradóóó”, mucha gente. Si Estambul es una de las últimas paradas de tu viaje, acá podés resolver el apartado “regalitos”.
    Tiro como al pasar algo que me hubiese gustado saber antes de hacer mis compras: apenas saliendo del Grand Bazaar te encontrás con tienditas que tienen los mismos artículos y, en muchos casos, algo (alguito) más económicos. Nada le gana a la magia de las compras en el Mercado peeeero.
    Si dejamos de lado el mercadeo, dos lugares para shoppinear son Beyasit y Eminonu.
Spice Bazaar
Spice Bazaar
Spice Bazaar
Spice Bazaar

Creo que esto es todo por ahora y me permito decir que, a esta altura seguro ya se te ocurrió un negoción: preparar un kebap que se va a llamar “choripan” y que puede ser fácilmente vendido enfrente de la Mezquita Azul. ¡La vas a romper!
Esta ciudad te quema el coco, sindudamente. ¡A estambulearla toda, amigo!

Vuelos baratos a Estambul

La aerolínea Turkish Airlines suele tener muy buenas ofertas aéreas hacía Turquía, incluso ofrece vuelos hacia Europa con stop over en Estambul. Para consultar vuelos baratos a Estambul podés hacerlo desde acá.

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Me llamo Eugenia y amo viajar. Soy internacionalista y trabajo en los Puertos de Bs As y Ushuaia, lugares de los que se parte y también a los que se arriba. Creo firmemente que alguna relación debe haber entre lo que uno ama y lo que hace para poder seguir haciendo lo que ama. Lo más importante de mí, fuera de mis ansías eternas de viajes, es que siempre estoy despeinada y soy muy fanática de las aceitunas. Creo que con eso ya me conocés, ahora ¡a viajotear!

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