No se si es Baires o Madrid

Me cuesta no comenzar el relato de Madrid con ese título, haciendo referencia un poco a Joaquín Sabina, un poco a Fito Paez y entendiendo el por qué de la frase.

Madrid, es como “en grande” algunos de los barrios de la Ciudad autónoma de Buenos Aires (una especie de madre…y es lógico).

Los adoquines, los bares, las farolas…esa mezcla de tango y noche, de veredas y niños.

Madrid tiene mucho por hacer, por recorrer, otra de esas ciudades para caminar y caminar, porque cada calle cuenta una historia, porque cada barrio habla de un mundo.

Me hospedé en la casa de G, un couchsurfer que me recibió por 5 días en su casa, a escasos metros de Tirso de Molina, una conocida estación de metro.

Aquí cada paso nos recordará a las canciones de Sabina (claro, si son semi fanáticos como yo…que a cada calle le encontraba su frase y terminaba todo el día cantando y tarareando esa canción). Lo bueno de quedar en lo de un local, es que se amplian las posibilidades de cosas por hacer, porque no nos quedaremos con lo averiguado, sino que nos dejaremos guiar por él.

Cerca de mi casa de estos días, había mercados, muchos negocios (se notaban que estaban allí hace mucho, muchos locales familiares). Lo que más me gustó y llamó mi atención por aquí fue la Tabacalera, una antigua fábrica, tomada ahora y en funcionamiento como espacio cultural.

El lugar, lleno de arte, cuidado, con muestras fijas
y talleres, con murales y aire a libertad.

Entre los talleres, por ejemplo, hay uno de bicicletas…y uno, además de aprender, puede pasar por allí a dejar su bici en perfectas condiciones.

Saliendo de “mi barrio” hay otros que es indispensable recorrer, por sus calles, por su gente, por su historia. Muy cerca de aquí está “Lavapiés”, queda en una zona más baja, en donde dicen que (por la bajada de agua) se usaba como espacio de higiene, por eso su nombre.

Una buena forma de caminar y recorrer es ir de bares…y pedir en cada uno una cañita (es un vaso pequeño de cerveza, y lo sirven de ese tamaño para que se pueda tomar rápido y no se caliente, ya que el verano por aquí pega fuerte).

El barrio la Latina, para mi el más pintoresco, con su cine viejo, sus mercados y la poesía a flor de piel.

El centro, es el centro, un poco más ajetreado, lleno de gente y prisa, pero hay que verlo…y pasar por el museo del prado (que se aleja un poco del caos y tiene unas vistas preciosas). Un dato, para los latinoamericanos, la entrada es gratis pasadas las 17hs, dicen que es su forma de devolvernos todo el oro que nos robaron (polémico…pero cumplo en avisar, por que en el medio de estos viajes no está demás ahorrarse unos euros)

Si hablamos de comer…encontraremos muchos platos de los que solemos conocer por aquí (por que claro, nuestra gastronomía está muy ligada a la cocina francesa y española), todo es abundante, sabroso y les recomiendo no perderse las natillas de postre, o acompañar el aperitivo con un tinto de verano.

Parque del Retiro

Madrid tiene un parque inmenso, Parque del Retiro, muy cerquita de la estación de Atocha (inmensa estación de trenes). Es un lugar ideal para llevar el mate, descansar un poco de tanta caminata, frente al lago que allí se ubica… Me vi sorprendida con el edificio vidreado que hay dentro (un pequeño centro de exposición) hecho a puro vidrio.

No tengo nada malo para decir de Madrid, al contrario, me sentí casi como el casa, como de visita en lo de una Tía casi desconocida que es familia.

Parafraseando a Sabina:
Yo me bajo en Atocha, yo me quedo en madrid.

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