Lisboa color azul cobalto

Lisboa por momentos parecía que no nos quería ahí, aunque pensándolo bien, creo que era el hostel (que claramente no recomiendo), porque la mayoría de las cosas que nos sucedieron con M que no fueron tan encantadoras sucedieron allí mismo,  las cuales incluyen un robo. Hoy todo se recuerda con gracia – la bendición de tener esa capacidad – . Aunque , recordando, la mayoría de lo que transitamos fue con paz y mucho humor, una tranquilidad que va de fondo a pesar de.

Por lo tanto Lisboa nos regalo lo dulce y lo amargo. Lo increíble de viajar, de enfrentarte con vos mismo antes otros. De entrenar la paciencia, las prioridades, el acompañarse, comunicarse, ver las inclemencias desde un lugar más positivo, luego de transitarlas por los lugares necesarios.

Entendí darle valor a lo que tengo, agradecerlo y honrarlo pero que no soy dueña, propietaria como quiero creer o de la manera de nuestra cultura, y eso me libera.. O estoy loca… Lo que quieran.

Los días de viaje por Portugal se me confunden entre días de mucha caminata y descubrimiento de rincones. Comidas muy ricas y mucho bacalao. El disfrute y la vegetación abundante. La compañía y las historias de una pais y ciudades que no conocía.

Aquí también hicimos Sandemans (o pueden buscar freetour),y  quien nos lideraba era una Argentina que vivió dos años y medio aqui. Entre Lisboa y su misterio, atravesada por una historia de Socialismo, dictatorialismo, de cerrarse la mundo, y también de ser conectores del mismo por su posición geográfica. Pessoa y su poesia maravillosa hecha personificación en miles de voces y personajes que escribían libros. Un sismo (1755)  que marcó un antes y un después para Europa.

Arabes y Españoles.

Una lisboa que renace.

Con todos estos misterios.

Chido y Pessoa en un cafe llamado “A brasileira”-

Libreria de siglos atrás llenos de Saramagos .. tiempo sin tiempo .. y hojas amarillas.

Alfama y un barrio diferente hoy, de casas y calles tranquilas. La única parte que se mantuvo de pie luego del terremoto. La parte que en ese entonces estaba lleno de prostitutas – “El infierno se mantuvo de pie”. Dicotomías de esos días religiosos.

Lisboa nos recibe y despide con Jazz, con Jams, comprendiendo la influencia en este país de esta música, que particularmente me gusta tanto.

Festivales por doquier.

Cerca de Lisboa Ciudad se encuentra Belem Y Sintra.

En sintra, a la cual llegamos en tren, ya que esta a 25 km de la ciudad, llegamos tarde.. Osea a la tarde, por lo cual solo visitamos uno de los palacios, el que más nos atrajo en un principio, La quinta da Regaleira. Sus historias de Masonería e iniciaciones.

Luego de Bajarnos del tren compramos un boleto que dependiendo la linea te lleva por un trayecto de palacios u otro. Nosotras sacamos el que nos acercaba allí, pero podríamos haberlo no hecho, porque la realidad es que esta muy cerca, de la parte del pueblo, y del palacio, así que tranquilamente se puede ir caminando si solo se va ahí.

Mágico palacio si los hay, lleno de verde, torres, del pozo iniciático más embelesante que conocía, el cual animo a encontrarlo desde las cuevas que hay debajo, que solo están un poco iluminadas con lucecitas led. Te maravilla tanto que por momento no te importa que haya tanta gente. Solo le faltaba un laberinto.

Sintra es un pueblito lleno de pasadizos con arte, buenos lugares para comer, donde puedes disfrutar de un Ginjinha – licor de cereza- en un vasito de chocolate. Y el jardín botánico, con pavos reales por doquier – me volvi llena de plumas-. Con un día desde temprano es mas que suficiente. 

Y Belem está solo a 15 minutos del Área Metropolitana, así que tranquilamente se puede ir en Bus. Que nos llevará un poco más que eso. Y nos invitó a caminar despacio, a observar, a encontrar pintadas en una pared, las Alas de mi renacimiento constante, nos invitó a sentarnos a sus orillas y observar el mar como tantos otros lo habían observado antes, tal vez buscando algo más puntual, o simplemente esperando algún mensaje del agua. Nos invito a admirar su Torre, y ver como la gente hacia cola para ingresar a ella, yo preferí observar un niño que jugaba en el agua.

Belem también nos invito a probar uno de los mejores pasteis de nata que encontrarás en casi todo Portugal, repito .. uno de los mejores, no el mejor, en la confitería más antigua de Belem, grande, muy grande, con 400 cubiertos, lleno de azulejos acobaltados, icono portugués, y mesas infinitas. Ese hojaldrado hace que salive en este mismísimo momento que lo escribo.

Y que mas nos dejo Lisboa? Nos dejo mas Alfama, mas perderse, street art, mandar postales, disfrutar miradores, el museo del azulejo, el bife de atún y unos crepes franceses muy muy ricos.

Al final Lisboa que parecía querer echarnos, no quería que nos fuéramos y nos decía que el vuelo hacia marruecos estaba sobrevendido..

Las cosas de la vida.

• Ábrete ser a lo que no puedes controlar –

• Volemos a Lisboa

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